miércoles, 27 de enero de 2010

"podría enamorarme de tí ahora mismo"


Es increíble como los instantes mágicos que trae cada día son vistos al pasar como cualquier otro momento o puede cambiar el rumbo de tu vida. Y es lo mejor cuando pasa esto último, no sabes por qué ni cómo llegaste a decir o hacer lo que hiciste o dijiste, sólo sabes que eso que pasó cambió el curso de tu historia. Hay tanta gente en el mundo que espera un instante mágico, sin darse cuenta de que a su lado pasan a cada rato, lo buscan como si fuera algo especial y grandioso, y no se dan cuenta que los instantes mágicos son simples y podría ser igual a otro momento del día con la diferencia que depende de lo que hagas en ese momento hará que tomes un camino distinto al que tenías planeado.
Si se preguntan por qué escribo de esto, es porque yo viví uno o quizás más de uno, cuántos habrán en mi vida que los he dejado pasar y cuántos no, pero que no los reconocí. Escribo de esto porque el otro día viendo "Veronika decide morir" recordé todas estas cosas que se hayan en mi mente y en mi corazón, y aquella frase que lleva por título esta nota, creo que alguna vez se me pasó por la mente, aunque lamentablemente la otra persona no estaba dispuesta a dar ese paso.
Eso me recordó a Edward, aquel personaje que siempre recuerdo, que con su silencio y sus miradas hicieron que Veronika (protagonista de la película de la que hablo y del libro de Paulo Coelho que lleva el mismo nombre) despertara de aquel trance en el que buscaba morir desesperada y rápidamente.
Toda la trama del libro (y la película también) me ha dejado siempre una pregunta ¿los "locos" son locos porque quieren o porque en verdad están enfermos? La cual aún no tiene una respuesta certera, ni siquiera por parte de la ciencia...
Y siempre me preguntaré sobre el amor entre alguien sano y un "loco", pero sé bien que el amor no tiene límites, y es capaz de envolver a cualquiera con su fuerza.

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