Creo que esta frase tomada del tema 'The New Boy' de Mando Diao, describe perfectamente lo que sentí estas últimas semanas.
Cuando por primera vez, Noe me contó que The Maccabees vendría a Sudamérica, tenían sólo agendada la fecha en Brasil y pensé: 'genial, otra banda más que no es capaz de pensar en otros países'. Obviamente a Brasil no podría viajar y tendría que aguantarme las ganas de verlos, como ya ha pasado con varias otras bandas.
Pero pronto surgió una pequeña luz de esperanza: vendrían también a Argentina. Entonces decidí ponerme a ahorrar todo lo que pudiese para viajar.
Pero la incertidumbre de no llegar a juntar el dinero me 'mataba' y además el hecho de que se demoraron mucho en confirmar el cartel del festival. (El hecho de que la confirmación del festival saliera sólo un poco más de un mes antes, hace que los pasajes en avión subieran de precio).
Todo eso hizo que mis planes sucumbieran, además mi pequeño sueldo por mi trabajo en el colegio no ayuda mucho. Sumando y restando, mis gastos personales, el vuelo, la entrada, y el alojamiento. Tendría que ganar más dinero para ir.
Además me desmotivó mucho que tanto Kasabian como Snow Patrol vinieran a Chile, pues quería verlos acá con mis amigas, ver a Kasabian allá hubiese sido distinto, no hubiese tenido con quién gritar y saltar. Y a Snow Patrol no podía perdérmelos, es primera vez que vienen a Chile, y antes con suerte habían llegado a Argentina. Y llevo muchos años esperándolos, los escucho desde la época del Eyes Open (2006).
Y todo esto ha pasado en casi un mes, un mes de tratar de juntar dinero, un mes rezando para que me alcanzara y hace sólo una semana que me dediqué a sacar cuentas y vi que nada de lo que estaba haciendo iría a resultar.
Maldita incertidumbre, Gustaf tiene razón al cantar ese verso.
Y como le dije a Noe hace algunos días: The Maccabees será una más de las bandas que no veré porque no vienen a mi país.
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