martes, 7 de febrero de 2012

De Médicos y Enfermeras...

Días atrás conversando con algunas amigas, me acordé de varias situaciones vividas en medio de pasillos de clínicas y hospitales, como paciente, claro. Así que decidí hacer una 'columna' digamos de algunas anécdotas por las que he pasado en esos lugares...

De cómo hacer llorar a un niño sin ninguna necesidad:

Tendría unos 8 años a lo mucho, cuando el pediatra pidió a mi madre que me hiciera unos exámenes de sangre. Así que con mi mamá, un día nos fuimos muy temprano al Centro Médico (no recuerdo cuál era el nombre), no sé por qué la enfermera decidió tomarme el exámen de sangre, no de la forma tradicional, sino que pinchándome el dedo gordo, como lo hacen los pacientes diabéticos, para sacarme la muestra. El problema fue que no salía sangre! No sé el por qué o si me pinchó mal, la cosa es que se 'ensañó' con mi mano y mi dedo, hasta casi estrangularla, me tiraba el dedo de tal manera que no podía parar de llorar de dolor. Mi mamá le pidió varias veces que parara porque yo no paraba de llorar. Y la enfermera continuaba tirándome y apretándome el dedo y la mano. Digamos que mi mamá se enfadó y le gritó de tal manera que la enfermera dijo que yo tenía la culpa (??). Mi mamá le dijo que no sabía tratar con niños, y que si acaso ella le pagaría la pérdida de tiempo, dinero y el daño que me había hecho. Nos fuimos, creo que lloré todo el camino a casa, y mi mano y mi dedo pulgar me dolían de sobremanera por lo torpe de la enfermera. Y lo peor, la tipa siguió trabajando como si nada, capaz a cuánta gente más trató mal?
Aprendí desde ese entonces, que cuando te duele algún exámen que te están haciendo, simplemente hay que gritar y reclamar, eso puede evitarte un daño peor.



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